Jorge Keczeli, «responsable interino» del INCAA
El funcionario también se desempeña en el Ministerio de Capital Humano. Formado como Ingeniero Industrial, no tiene ninguna vinculación con el quehacer audiovisual.
El Boletín Oficial trajo novedades para un sector audiovisual atravesado, al igual que todas las áreas culturales, por la incertidumbre de cara al futuro. El Poder Ejecutivo nombró al Ingeniero Industrial Jorge Maximiliano Keczeli como “responsable interino” del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) a partir del 26 de enero, aunque se oficializó recién esta mañana a través de los decretos 166/2024 y 167/2024. En este último se consigna que el funcionario desempeñará su nuevo rol “ad honorem” y en paralelo al de Secretario de Coordinación Legal y Administrativa del Ministerio de Capital Humano, que ejerce desde el 12 de enero. No fue su primer cargo en la esfera pública durante la gestión libertaria, ya que durante los primeros diez del año había sido Presidente del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, también dependiente de la cartera comandada por Sandra Pettovello.
En los considerandos del decreto 166 se lee que desde que se aceptó la renuncia a la Presidencia del Instituto de Nicolás Batlle el 10 de diciembre, el organismo tiene ese sillón libre. Lo mismo ocurre con el de la Vicepresidencia, aunque vale aclarar que esa situación no fue a raíz del cambio de gobierno, sino que ya estaba vacante desde abril de 2022, cuando el entonces Ministro de Cultura, Tristán Bauer, echó al Ejecutivo anterior, Luis Puenzo, lo que hizo que Batlle asumiera sus funciones. Según los decretos, Keczeli será “responsable interino” hasta que se “cubran los cargos vacantes” y con el fin de “asegurar la continuidad y eficiencia de los servicios mínimos y esenciales y el cumplimiento de las obligaciones legales a cargo del Instituto”. Dado que el ingeniero trabajará “ad honorem”, el decreto remarca en que “la presente medida no genera erogación presupuestaria adicional al Estado Nacional”.
Keczeli no es un hombre vinculado con el quehacer audiovisual. Recibido como Ingeniero Industrial con orientación en Administración de Empresas en la Universidad de Belgrano y con una trayectoria laboral en el sector privado, el funcionario se presenta en la red social laboral Linkedin como “un líder y asesor experimentado en transformación digital”. “Me especializo en dirigir y aconsejar en proyectos de tecnologías de la información en el sector público, con énfasis en Big Data e Inteligencia Artificial. Mi trayectoria incluye la transferencia de innovaciones y estrategias del sector privado al público, impulsando la modernización y mejorando la eficiencia gubernamental”, afirma.
Con el nuevo organigrama implementado por la gestión iniciada el 10 de diciembre, Cultura pasó de ser un Ministerio a una Secretaría bajo la órbita del Ministerio de Capital Humano. Eso explica la elección de un funcionario de esa cartera para hacerse cargo de un Instituto que ha estado entre los objetivos de las tijeras de Ley Ómnibus, principalmente en lo que se refiere a sus canales de financiación. Esos canales son el 10 por ciento de cada entrada de cine vendida, independientemente de si es para una película nacional o extranjera, y con el 25 por ciento de lo recaudado por el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), además de otros aportes menores. Todas ellas son asignaciones específicas determinadas por ley y no es dinero proveniente del Tesoro Nacional, es decir, para hacer una película no se le “saca plata” a los hospitales ni a los jardines, sino que se financia con aportes relacionados con el cine y las comunicaciones. Los aportes del Tesoro, en todo caso, son excepcionales, ínfimos y se utilizan para cubrir eventuales déficits operativos.
Durante varios años el INCAA recaudó más dinero a través del porcentaje de los tickets que de los aportes del ENACOM. Sin embargo, la tendencia se revirtió en el último lustro, al punto de que tres de cada cuatro pesos que ingresan a las arcas del edificio de Lima 319 corresponden a transferencias del Ente Nacional de Comunicaciones. El articulado original de la Ley Ómnibus, antes del desguace producido durante las negociaciones, contemplaba eliminar el aporte del ENACOM, lo que encendió las luces de alerta del sector. Una segunda versión de la norma aseguraba que se garantizaría el financiamiento al audiovisual, pero, se sabe, su tratamiento terminó cuando el presidente Javier Milei, ante la certeza de una derrota en el tratamiento del articulado, decidió retirar el proyecto. Sin embargo, el último viernes el mandatario conformó una “mesa técnica” con el objetivo de avanzar a través de decretos con distintos puntos de la Ley Ómnibus. Entre ellos está el desfinanciamiento del INCAA.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/714432-jorge-keczeli-responsable-interino-del-incaa
