jueves, julio 4, 2024
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Vía Crucis Submarino en Puerto Madryn

Una tradición de Semana Santa en la costa de Chubut. La historia y los protagonistas.

Se realizó este viernes la 19ª edición del Vía Crucis Submarino en Puerto MadrynChubut, un evento que emula, en tierra y agua, la procesión de Cristo hasta su sepultura, y que se conmemora en Semana Santa.

Se recorren las 14 estaciones, desde la condena hasta su final antes del domingo de resurrección. Algunas de ellas son protagonizadas y llevadas a cabo en una Iglesia y hasta en calles y plazas, pero el distintivo, es que, en la ciudad patagónica, cuenta con un trayecto que va desde el fondo del Mar Argentino hasta sus playas.

Jorge Natale, presidente de Asociación de Operadoras de Buceo, reveló en una pequeña e improvisada rueda de prensa en el muelle de la ciudad, minutos antes de que “Cristo” (o el actor que lo personifica) llegue a la parte acuática del evento, que surgió durante un asado entre amigos amantes del buceo, de su ciudad y con ganas de darle más lugar en el centro de la escena al parador patagónico.

“No se puede contar nada” de aquel asado, respondió riendo y casi desabrigado pero lleno de orgullo uno de los ideólogos del proyecto nacido cuando finalizaba la década del ’90.

“Son 23 años del primero y son 19 hechos”, explica al recordar que durante la pandemia unos y “por otras razones”, en cuatro ocasiones no se pudo realizar.

José María Goity, alias “Popeye”, es también parte de la organización.

“Fue una picardía estratégica, a falta de presupuesto comienza la imaginación. Y entonces queríamos ocupar espacios en los medios, no teníamos los recursos y buscamos algo original para captar la atención. Entonces dijimos, bueno, ya que no tenemos plata, vamos a usar el Vaticano (que le dio el visto bueno) como agente de prensa”, explicó en un tono que combinaba simpatía, humor y alegre melancolía.

Luego, contó: “Diseñamos las primeras velas submarinas que teníamos adentro de frascos de mayonesa y que dábamos aire con las mangueritas de los chalecos. Y bueno, fue la verdad una locura que con el apoyo de todos los muchachos fue una cosa viable”.

Y aclaró: “Todo lo que hay acá es puesto por cada uno. Acá no hay un rédito económico”.

“Todos ganamos emocionalmente. Las empresas colaboran sin ningún problema. Esta grúa enorme que está acá no podríamos pagar los 10 minutos de funcionamiento. Todos esos equipos que ves ahí, es imposible alquilarlos. Esto se hace con entusiasmo y cada uno pone lo que tiene”, dice Goity. “Es una manera nueva que surgió así de la nada”.

Y concluye: “Por supuesto, es una ceremonia religiosa con toda la seriedad que corresponde. Pero bueno, como decía San Agustín, un santo triste es un triste santo. Y el Papa dijo, hagan lío y acá estamos”, relata con su pelo canoso y su barba al tono al viento patagónico.

Las dificultades de los primeros Vía Crucis Submarinos

Natale sostuvo que, tras tantos años, su organización fue creciendo y se fue agilizando, en comparación con lo complejo que fueron los primeros.

Los primeros fueron muy complicados, ahora ya está bastante organizado. Es fácil de hacer. Pero más que nada porque hay un compromiso grande entre todos. Después ya incorporamos a la Municipalidad, se incorporó Prefectura, se incorporó Puerto y pudimos tener toda esta estructura que tenemos hoy que lo hace también mucho más simple. Así con una cruz mucho más preparada, iluminada, que se pueda sumergiruna grúa que nos ingresa al agua de una manera muy fácil. Buzos con mucha experiencia”, agrega.

Entre recuerdos de evolución, ellos dos y Carolina Larracoechea, secretaria de la Asociación de Operadoras de Buceo, recuerdan al padre Juan Gabriel Arias, impulsor de la iniciativa, que actualmente vive en Mozambique.

Sin embargo, “fue el primero en decir que esto no puede parar”. De hecho, agregan, él formó a sus sucesores para que puedan llevar adelante su rol en las siguientes ediciones tras su ida a misiones en el exterior.

El Vía Crucis unió a las tres iglesias de la ciudad y hoy convoca a cientos de personas y casi un centenar de participantes activos, entre buzos, kayakistas y nadadores, entre otros que participan.

“No haría todos los años el Vía Crucis si no fuera submarino”, afirma Larracoechea.

Un asado bajo el mar

Tal es el entusiasmo y el amor de los ideólogos del evento por el mar, que, a modo de primicia, Goity contó que está en carpeta un proyecto para hacer un asado debajo del agua y hasta vivir “10 o 15 días allí”. Sí, “con Internet y todo”.

El proyecto “está vigente” y las ganas están para hacerlo “mañana”, pero hay una “burocracia necesaria” que hay que atravesar.

“Tenemos diseñado hasta el espiedo” para cocinar con un sistema especialmente diseñado, como los que pensaron y perfeccionaron para el evento religioso. Los creadores del Vía Crucis Submarino buscan ahora llevar otra tradición, con una liturgia muy diferente, a las profundidades del mar.

Puerto Madryn es la capital nacional del buceo y las miradas y fe de miles (o más) se posaron nuevamente sobre sus playas para emocionarse, disfrutar y honrar una historia bíblica en la que, curiosamente, no se puede comer carne, pero su conmemoración nació durante un asado.

Fuente: https://www.clarin.com/viajes/via-crucis-submarino-puerto-madryn-procesion-mar-idea-surgio-asado-amigos_0_CQJzfaf6UU.html

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