sábado, octubre 5, 2024
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Día del Lunfardo

  • Las charlas, presentaciones y debates terminan el sábado en una sesión pública.
  • Además, esperan que la Legislatura porteña declare a ese registro tan nuestro Patrimonio Inmaterial de la Ciudad.

Aunque haya quien lo considere un idioma trucho, lo cierto es que en lunfardo es un tejido de memorias acumuladas en el habla que construyeron miles de inmigrantes llegados al Río de La Plata en el siglo XIX y que, mientras se internaban por las calles del castellano, no renunciaban a sus propias palabras. Chabones y minas, chamuyando entre gaitas, tanos, todos macanudos, rompiéndose el marote para entenderse. Desde hoy hasta el sábado, esa música será protagonista de una celebración.

Hoy, como cada 5 de septiembre, se conmemoria el Día del Lunfardo en la ciudad de Buenos Aires en recuerdo de la publicación del libro Lunfardía, de José Gobello en 1953, que impulsó el interés lingüístico en el lunfardo. Por eso, la Academia Porteña del Lunfardo, que dirige desde abril la la historiadora Ema Cibotti-Lischinsky, organizó tres días de actividades que culminan el sábado en una sesión pública.

Hoy jueves, por la tarde, habrá una mesa redonda en la que disertarán los académicos Marcelo Weissel, “Estratos lunfardos: ¿cómo dibujar lo profundo del habla porteña?”; Marina Cañardo, “Rosita Quiroga y los poetas del lunfardo”; y Oscar Conde, “Yacaré, el primero de todos”. A las 19, Celeste González interpretará una selección de tangos de Rosita Quiroga, una de las pioneras del tango.

La programación se puede consultar aquí y las actividades, que son gratuitas, tendrán lugar en la sede de la Academia, Estados Unidos 1379.Alto guiso. El lunfardo moderno, en un mural de Falopapas.Alto guiso. El lunfardo moderno, en un mural de Falopapas.

Degradación y permanencia

El lunfardo registra unos 6 mil términos, aunque hay palabras que se olvidan y otras que se suman. De hecho, la Academia Porteña del Lunfardo estima que aparecen unas 70 palabras por año. ¿Cómo se explica la permanencia de un registro nacido hace más de un siglo? Algunos de los académicos y expertos explican aquí su vigencia y riqueza.

–Hay, especialmente en redes sociales aunque no solo, una expansión de la grosería y la violencia. En esa «moda» algunas publicaciones hacen uso de palabras lunfardas. En ocasiones, se condenó al lunfardo por asociarlo a una idea de degradación (del otro, de «la lengua», de «la cultura»…): ¿cuál diría que es la riqueza del lunfardo y qué nos enseña hoy?

–Daniel Antoniotti: Se ha dicho que el lunfardo es el vocabulario que usamos los argentinos cuando entramos en confianza. Siendo un repertorio verbal eminentemente sinonímico, el acto de habla en el que se seleccionen palabras lunfardas, pudiendo el hablante usar otras (y en principio siempre se puede), tendrá una intencionalidad determinada. Será como un código que, solo los porteños ayer, todos los argentinos hoy, empleamos para además de transmitir un contenido determinado, generar una complicidad sutil, imperceptible. Yo sé que mi interlocutor comparte una pertenencia cultural y mi mensaje llega, según el caso, con más calidez o más claridad. La elección calculada de uno o varios términos lunfardos tiene un marcado matiz afectivo. Su usuario busca quitarle solemnidad al enunciado para mostrar franqueza con la persona que tiene enfrente, distendiendo la conversación en algún caso o tensándola en otro. También puede servir para mostrar impaciencia, enfado, hilaridad. Así es como el lunfardo resulta un vocabulario que actúa en registros de lengua en los que se procura crear una situación comunicativa desjerarquizada, generando una particular situación comunicativa que acorta distancias entre los hablantes. Conforma entonces un registro coloquial con un valor enfático agregado de cierta intimidad local. El usuario sabe que es un código de identidad y que un hispanohablante de un ámbito geográfico distante no lo comprendería. El lunfardo, su uso, es un recurso lingüístico que genera y consolida intercambios comunicativos que toman distancia de la jerarquía y del poder. Respecto de la eventual grosería que podría arrastrar el lunfardo, hay que descartarla. Es decir, se puede ser tan grosero con la lengua estándar como con el lunfardo y, de la misma manera, se puede ser elegante, con las dos variantes, con el repertorio formal y con el informal.

–¿Cómo fueron las otras ediciones de esta celebración, motorizada por la Academia Porteña del Lunfardo?

–Matias Mauricio (creador de la idea): El Lunfardazo tiene como motor inspirador el sueña de una Academia Porteña del Lunfardo de «puertas abiertas», donde académicos de la institución, vecinos del barrio y público en general se encuentren para celebrar, difundir, debatir y repensar los estudios sobre el habla popular, la cultura y las expresiones artísticas del Buenos Aires del pasado y el presente, sumando a la vez la Feria de la Lunfardía, acercándole a la comunidad la posibilidad de hojear, disfrutar y obtener libros lunfas y tangueros de muy poca circulación en librerías tradicionales. Este deseo se vio plasmado en las dos ediciones anteriores, 2015 y 2019 con alta convocatoria y recepción de la prensa gráfica, radial y redes social.La Academia de Lunfardo en la calle Estados Unidos 1379. Foto: Rolando Andrade Stracuzzi.La Academia de Lunfardo en la calle Estados Unidos 1379. Foto: Rolando Andrade Stracuzzi.

–¿Qué implica una declaración del Lunfardo como Patrimonio Inmaterial de la Ciudad?

–Teresita Lencina: En su historia, la Ciudad de Buenos Aires ha generado distintas imágenes para su representación e identificación: personajes, objetos, espacios, sonoridades y un habla propia que compone una consolidada simbología situada. Esa relación es la que experimenta el visitante de la ciudad, quien busca la silueta del obelisco, la iconografía del tango, el filete porteño, el rostro de Gardel y escuchar esas palabras propias de una lengua local que tienen su sentido y que también funcionan como metáforas en el habla cotidiano y en la canción. Algunas de estas imágenes que representan ese entramado simbólico de Buenos Aires, como el tango y el filete porteño, han sido patrimonializados a instancias de la Ciudad porqué tienen un valor para la comunidad, una importancia relevante para la identidad y permanencia través del tiempo, porque además el lunfardo ha desarrollado un sistema de representación que se transmite de generación en generación y se recrea constantemente ampliando su vocabulario e infundiendo un sentimiento de identidad, unidad y continuidad que hace mucho trascendió los límites de la Ciudad para circular en casi todo el territorio argentino. La patrimonialización del lunfardo ayudaría a la salvaguardia de este modo de hablar de uso tan intensivo y representativo de la cultura inmaterial de la Ciudad, como ha sucedido con el tango y al filete porteño. ¿de qué manera? Promoviendo estudios de los vocablos y sus usos, valorizando su rol histórico en la Ciudad, generando nuevos dispositivos de transmisión y revitalización como también el descubrimiento de nuevos vocablos y sus usos. Esta tarea hoy es desarrollada en forma bastante silenciosa por la Academia Porteña del Lunfardo, pero ya es momento de impulsar y mancomunar nuevos esfuerzos que sin duda la patrimonialización facilitaría el reto de estudiar, documentar y mantener vivo al lunfardo.

Fuente: https://www.clarin.com/cultura/lunfardazo-dias-chabones-minas-chamuyen-agentos-posta_0_q8mY6iEcny.html

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